Día 1 de la nueva vida

Hoy he tenido mis primeras horitas de clase de tarde.

La verdad es que se ha hecho bastante llevadero, sobretodo porque en lugar de salir a las 20.00 hrs hemos salido a las 18.00, porque la profesora de expresión corporal no podía darnos clase (es también la jefa de estudios y anda con el comienzo de curso del bachiller nocturno).

Las dos primeras horas han sido de "Aplicacion de las Técnicas de LSE", la profesora una joven muchacha, que bien podía mezclarse entre nosotras y parecer una más, nos ha estado explicando en qué consistiría la asignatura. Tiene buena pinta, estudiaremos la figura del intérprete, sus funciones, sus objetivos... y la propia interpretación de la Lengua de Signos.

Petrificada en la silla me he quedado cuando nos ha dicho que el examen práctico será grabado en vídeo para poder evaluarnos correctamente. Para ello entrenaremos en clase, días en los cuales casi casi tenemos que ir de uniforme, una prenda de vestir oscura y lisa, pelo recogido de la cara, y fuera todo tipo de adorno relativo a pendientes, anillos, pulseras, reloj... Veremos a ver en qué termina la cosa.

La siguiente clase ha sido de Lengua de Signos propiamente dicha, sin apuntes, ni hojas, ni nada que se le parezca, simplemente 11 sillas colocadas en U, para poder establecer comunicación visual y absorver tooodo el vocabulario necesario para desarrollar la asignatura. La profesora, una joven ya de mediana edad, toda campechana también nos ha dicho que seremos grabadas en video (me refiero en femenino porque Álex, el único chico de clase, ya es una más de nosotras jeje). Parece ser que la videocámara será nuestra gran aliada durante estos dos años. Y para que no echáramos la tarde en saco roto y hubiéramos ido a soportar el rollo de las presentaciones de la asignatura nos hemos puesto manos a la obra a aprender el Alfabeto Dactilológico (sí, ese en el que cada letrita tiene un signo). Yo he de reconocer, que iba un poco por delante, que este ya me le sabía, pero aun así no ha venido mal dar un repaso y coger soltura (me duele la mano de signar, ¿vale? pero tengo entendido que al principio hasta que coges costumbre ya es normal).

La gente en clase es bastante maja, o al menos eso parece de momento. En los apenas 10 minutos que tenemos de descanso entre clase y clase, nos juntamos todos en las escaleras para conocernos un poco más mientras unos fuman un piti y otros aprovechan a merendar :). Es la ventaja que tiene ser tan poquitos.

Y con esto y un bizcocho mañana una nueva asignatura Psicosociología de la Comunidad Sordociega (creo que es así, es que en el horario viene con siglas...).

Nos vemos por la vida!