48 horas, quedan apenas 48 horas para coger mi [abultado, generoso, excesivo…] equipaje, y marcharme a Madrid para quedarme allí durante dos semanas.
No voy a decir, que no tenga ganas e ilusión, porque las tengo y seguramente me sobren, pero también tengo miedo y un poco de inseguridad, ese miedo a lo desconocido, al qué pasará… como cuando te ibas por primera vez de campamento y no querías separarte de tus padres, una sensación parecida.
Es un poco contradictorio, pero quizá sea porque tengo puestas unas expectativas muy altas en lo que voy a vivir. Llevo aproximadamente un año preparando y preparándome.
Un año que me ha regalado muchas cosas, y muy buenas. En el que he aprendido mucho, desde cómo organizar diferentes actividades, pasando por trabajar en equipo, hasta llegar a dejarme aconsejar por otros.
Me da mucha lástima no poder recoger los frutos finales de todo ese trabajo, pero estoy segura de que va a ser un éxito, confío en ello. Sé que vais a hacer un buen trabajo y que todo va a salir
Todo esto que he vivido de manera voluntaria, no quería que se quedara en Santander, sino que me lancé a la piscina (aun no sé si estará vacía o llena) y en Madrid viviré otra experiencia similar en la que intentaré ser una esponja para impregnarme de todo lo bueno que me rodee.
Voy a disfrutar y hacer disfrutar, a conocer gente, a abrir mi corazón a la experiencia, sin preocuparme de la perfección.
El Papa para mi queda en un segundo lugar, mi principal motivación es encontrarme con cientos de miles de jóvenes, que como yo, creen en que nosotros podemos colaborar a transformarnos en un mundo mejor y que podemos colocar a Jesús en el centro de nuestras vidas.
Espero que me respetéis, poca gente lo está haciendo, me voy a vivir la Jornada Mundial de la Juventud, solo pido respeto de todas esas personas “anti” que han surgido, igual que yo las respeto a ellas. Me voy a vivir una experiencia única.
Nos leemos a la vuelta.
Nos vemos por la vida.
No voy a decir, que no tenga ganas e ilusión, porque las tengo y seguramente me sobren, pero también tengo miedo y un poco de inseguridad, ese miedo a lo desconocido, al qué pasará… como cuando te ibas por primera vez de campamento y no querías separarte de tus padres, una sensación parecida.
Es un poco contradictorio, pero quizá sea porque tengo puestas unas expectativas muy altas en lo que voy a vivir. Llevo aproximadamente un año preparando y preparándome.
Un año que me ha regalado muchas cosas, y muy buenas. En el que he aprendido mucho, desde cómo organizar diferentes actividades, pasando por trabajar en equipo, hasta llegar a dejarme aconsejar por otros.
Me da mucha lástima no poder recoger los frutos finales de todo ese trabajo, pero estoy segura de que va a ser un éxito, confío en ello. Sé que vais a hacer un buen trabajo y que todo va a salir
Todo esto que he vivido de manera voluntaria, no quería que se quedara en Santander, sino que me lancé a la piscina (aun no sé si estará vacía o llena) y en Madrid viviré otra experiencia similar en la que intentaré ser una esponja para impregnarme de todo lo bueno que me rodee.
Voy a disfrutar y hacer disfrutar, a conocer gente, a abrir mi corazón a la experiencia, sin preocuparme de la perfección.
El Papa para mi queda en un segundo lugar, mi principal motivación es encontrarme con cientos de miles de jóvenes, que como yo, creen en que nosotros podemos colaborar a transformarnos en un mundo mejor y que podemos colocar a Jesús en el centro de nuestras vidas.
Espero que me respetéis, poca gente lo está haciendo, me voy a vivir la Jornada Mundial de la Juventud, solo pido respeto de todas esas personas “anti” que han surgido, igual que yo las respeto a ellas. Me voy a vivir una experiencia única.
Nos leemos a la vuelta.
Nos vemos por la vida.
1 comentario:
:) Pásalo geniiall!!! Ya no te queda nada de nada. Sabes que me arrepiento un montón de no haber ido, ahora me apetecía ir.
Mi entrada de hoy también va dedicada a las JMJ ^^
bsss
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