¡Vacunas,
vacunas, vacunas!
Uno
de los preparativos de esta gran aventura y de este gran viaje toca el ámbito
sanitario, y se trata de las vacunas.
Cuando
viajas a un país como India (casi me atrevería a decir que cualquier país que
no sea Europeo, pero no entiendo mucho de esto) debes pasar una “inspección
sanitaria” en la que te recomiendan, aconsejan un tratamiento de vacunas o
profilaxis para viajar.
Si
alguna vez os veis en una situación como esta, y no sabéis qué teneis que
hacer, ¡como yo!, os cuento cuáles son los pasos a seguir.
Tienes
que acudir a Sanidad Exterior (en algunos sitios lo llaman internacional),
busca la “sede” de tu ciudad AQUI. Sí, yo también pensé que con ir al Centro de
Salud y decirle a tu médico de cabecera dónde te vas y demás, valía, pero ¡no!.
Una
vez en contacto con Sanidad Exterior te darán cita, acudirás y si vas en
Santander te recomiendo que vayas con tiempo, porque tienes que entrar al
puerto, dar tu DNI, caminar hasta la otra punta del puerto…
Allí
pasarás una entrevista con un médico, en el que te hará miles de preguntas
sobre tu viaje, sobre ti, ¿tienes alguna enfermedad?, ¿tomas algún
medicamento?, ese tipo de cosas.
Y
tras esto comienza la avalancha de información sobre enfermedades y riesgos que hay en India y
todas esas cosas (creo que me dijeron mil veces que no toque a ningún mono y que duerma con mosquitera). Concretamente para entrar en India no hace falta estar
vacunado de nada, pero a mí me recomendaron Hepatitis A (la cual me pusieron
allí, ¡sin pensarlo!), Fiebre Tifoidea en pastillas que tengo que tomar ahora
en abril, y Cólera que es un bebible que tengo que tomar en junio.
Os
diré, que depende de la ciudad en la que os informéis van a deciros una cosa u
otra. A mis compañeros les han puesto para muchas más cosas (también depende de
las vacunas que ya previamente te hayan sido administradas) y les han puesto
profilaxis para la malaria. Yo estoy un poco “preocupada” por la malaria,
porque creo que es lo que más miedo me da, pero si me dicen que no hace falta
tendré que confiar en ello.
Aun
así, tengo que volver en mayo y quizá me pongan la vacuna de la “encefalitis
japonesa” (ya de pinchar... jajaja).
Es
todo un lío y es mucha información, pero no dejéis que os metan el miedo en el
cuerpo y que al revés, que pasen de todo como si no le dieran importancia.
Además,
las vacunas pueden variar de una época del año a otra, por la estación, por el
monzón… de ahí que tenga que volver en mayo, porque quizá haya habido unas
lluvias torrenciales que hayan traído “nuevas enfermedades”.
Os
seguiré contando. ¡Estoy descubriendo todo un mundo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario