Nos habíamos quedado en Trafalgar Square, con un frío y una humedad terrible.
Continuamos caminando hasta Covent Garden, donde buscamos un sitio para comer. Me gustó muchísimo, me pareció un sitio especial, con la música en la calle, las tiendas pequeñitas...
De ahí, no sabíamos muy bien qué hacer. Deshicimos parte del camino hecho durante la mañana para bajar a la zona del río y ver el London Eye y el parlamento iluminado, porque ya era de noche.
Desde ahí cogimos el metro para ir a Regent Street, una calle de tiendas, algunas de ellas de las más exclusivas, por ejemplo estaba la tienda de Ferrari y el famoso bar de hielo. Ahí se encuentra la juguetería más grande, Hamley, de siete plantas. Era lo que queríamos ver, pero cuando llegamos ya estaba cerrado, porque al ser domingo el horario de las tiendas era más reducido.
Empezó a nevar, así que decidimos entrar a un pub a tomar una pinta y cenar algo. Nos fuimos pronto al hotel, porque estábamos reventados de caminar todo el día.
Amor en Covent Garden.
Era una iniciativa benéfica para los enfermos de corazón.
La National Gallery nocturnamente hablando :).
Ahora con el guardia, pero a pie. (Si os fijais, es el mismo chico de la mañana).
London Eye.
Big Ben iluminado.
Una birraaaaa.
Nos vemos por la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario